Siempre he pensado que la película original de Star Wars (1977) -esa a la que luego se le añadió aquello de "Episodio IV"- es única. Creo que su final, con el triunfo de la rebelión y el espectacular clímax de la destrucción de la Estrella de la Muerte, tiene una sensación de cierre, de conclusión. Es verdad que quedaban cabos sueltos: Luke Skywalker (Mark Hamill) no llegaba a enfrentarse directamente a Darth Vader (James Earl Jones) y este acababa flotando en el espacio; pero tenéis que admitir que en Una nueva esperanza no hay un cliffhanger obvio como en el resto de películas de la saga, exceptuando, claro, El Retorno del Jedi (1983). Lo que quiero decir es que La Guerra de las Galaxias existe en mi mente como una obra cerrada y perfecta. Las secuelas y precuelas son otra cosa. Algo similar me ocurre con Matrix (1999).
Dicho esto, El Imperio Contraataca (1980) es mi película favorita. Y creo que es la mejor de la saga cinematográficamente hablando. El guión de Lawrence Kasdan -autor de En busca del arca perdida (1981)- y de Leigh Bracket -colaboradora habitual de Howard Hawks- a partir de una historia de George Lucas es dinámico, ingenioso y brillante en los diálogos. Los intérpretes -sobre todo Harrison Ford y Carrie Fisher- están mejor que nunca. La dirección de Irving Kershner es funcional, pero también sobria y elegante. Y creo que no hace falta hablar de los efectos especiales. A pesar de ser una secuela, El Imperio no se repite, presenta ideas nuevas o escenas soñadas como el enfrentamiento entre Luke y Darth Vader. Eso sin contar con los divertidos giros propios de la space opera, término que mezcla ciencia ficción y culebrón. Por todo esto, creo que muchos sentimos que el Episodio V es la cúspide de la saga de Lucas.
Si lo pensáis bien, El Imperio Contraataca es Star Wars. La mayoría de las cosas que identificamos con la saga están en esta secuela y no en la original. Empezando por los mastodónticos caminantes imperiales -los AT-AT-; destacando a un personaje tan importante como Yoda (Frank Oz); sin olvidar a otros como Lando Calrissiam (Billy Dee Williams) o Boba Fett (Jeremy Bulloch); pasando por momentos como el ya mencionado duelo de espadas láser que lleva a una de las frases más reconocibles de la historia del cine: "Yo soy tu padre". El romance entre Han y Leia produce, además, otra línea de diálogo inolvidable, el "Lo sé" que responde Solo al "Te quiero" del la princesa. Por último, se puede decir que La marcha imperial de John Williams es el tema más popular de la saga. ¿O no?
En Clerks (Kevin Smith, 1994), dice el protagonista que "El Imperio tiene un final mejor: a Luke le cortan la mano, descubre que Darth Vader es su padre, a Han lo congelan y parece que ha muerto... es deprimente. Verás, la vida es así, una sucesión de finales tristes." Y tiene razón. El Episodio V reduce el papel de los droides y amplía los conflictos dramáticos -freudianos- que son más complejos que la mera oposición del bien y del mal. En Una nueva esperanza el lado oscuro de la Fuerza estaba claramente definido y personificado en Darth Vader; aquí, Yoda enseña a Luke que el mal anida también en su interior. Si toda la saga está pensada para un público infantil, El Imperio Contraataca parece una película para niños que también puede disfrutar un adulto.
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