LA SEÑAL (WILLIAM EUBANK, 2014)


En el clásico Toy Story (John Lasseter, 1995) unos pequeños extraterrestres de goma viven encerrados en una máquina atrapa juguetes en Pizza Planet. Estos pequeños hombres verdes parecen creer que las pinzas que descienden sobre ellos son algún tipo de deidad que se los llevará a un lugar mejor. No son conscientes de que son juguetes, ni de que la pinza es controlada por un niño, ni de que fuera hay un mundo mucho más extenso. El mundo "real".


En La señal nos presentan a su protagonista ayudando a un niño a coger un juguete en una de esas máquinas. Habría sido un guiño genial que el juguete fuera un pequeño hombre verde, pero el chaval prefiere algo parecido a un minion de Gru, mi villano favorito (2010). Para ayudar al pequeño, Nic (Brenton Thwaites) dibuja con un rotulador sobre el cristal de la máquina las líneas que tendrá que seguir y los puntos en los que deberá hacer bajar las pinzas sobre el juguete que ha elegido. La pequeña escena no sólo sirve para describir al personaje: es una metáfora del tema de la película. 


-AVISO SPOILERS-

Nic es un hacker que recibe una invitación -una señal- de otro pirata informático llamado Nomad. Su decisión de seguir esta pista es similar a la de Neo (Keanu Reeves) en The Matrix (Los Hermanos Wachowski, 1999) que tras recibir un mensaje similar -la llamada de la aventura- encuentra a un Morfeo interpretador por Laurence Fishburne. No me parece casual que el protagonista de La señal encuentre también a un personaje interpretado por el mismo Fishburne. Su rol en esta película es además muy similar: servir de mentor al héroe en un nuevo mundo con reglas diferentes y que -como en Matrix- acaba siendo una sofisticada simulación destinada a engañar los sentidos.


Atrapado en un extraño laboratorio que parece del Gobierno estadounidense y parte de una conspiración, Nic debe intentar escapar. Para ello, utiliza la habilidad que ha demostrado al principio de la historia en la máquina atrapa juguetes. Nic traza un plano que incluye los movimientos de todos los empleados del laboratorios y gracias a esto consigue esquivarles como si fueran los fantasmas pixelados del videojuego Pac-Man. Es una pista de que lo que Nic está viendo no es lo que parece. En otro momento el personaje de Jonah (Beau Knapp) comentará a Nic que "experimentan con nosotros, como si fuéramos ratas".


En la huida del protagonista con su amada Haley (OIivia Cooke) The Signal muestra su corazón. Nic teme perder a su pareja por la enfermedad degenerativa que le está quitando el uso de sus piernas. Precisamente por ello, el extraño experimento al que se ve sometido restituye -de manera fantástica- sus extremidades inferiores. La película roza aquí otras obras de ciencia ficción que giran alrededor de una historia de amor como Monstruoso (Matt Reeves, 2008) y sobre todo Monsters (Gareth Edwards,2010).


Que la huida de la pareja protagonista se tope con límites surrealistas como el que solo exista una carretera, nos remite a la gótica pero equivalente Dark City (Alex Proyas, 1998). Pero el final de The Signal -tras un último giro sobre la identidad de Nomad/Damon- nos lleva a THX1138 (George Lucas, 1971). Nic y THX1138 (Robert Duvall) descubren que lo que hay fuera no es lo que les habían hecho creer.

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