SHERLOCK -TEMPORADA 4- THE ABOMINABLE BRIDE


THE ABOMINABLE BRIDE (7 DE ENERO DE 2016)

La clave del éxito de Sherlock es su capacidad para recrear el espíritu del original literario, utilizando una narrativa cinematográfica "moderna" -la cámara súper lenta, los giros en 360 grados, el bullet time, la infografía- y una ambientación contemporánea que acerca a los personajes a nuestra sensibilidad. El entorno  actual, de paso, agrega un montón de recursos nuevos para el detective: Internet, los teléfonos móviles, el GPS. A pesar de todo esto, cuando se anunció este episodio especial navideño ambientado en el siglo XIX, en el escenario tradicional del Holmes canónico, Mark Gatiss y Stephen Moffat generaron unas expectativas muy altas. Y la verdad es que han cumplido. Ambos autores han demostrado sobradamente su inteligencia en el pasado y aquí no defraudan, convirtiendo esta "concesión" a la tradición en gran parte de la razón de ser del argumento, utilizando de nuevo el metadiscurso.


Esta versión del personaje interpretada por Benedict Cumberbatch se ha caracterizado por su humanidad -la serie nunca ha eludido su adicción a las drogas- pero aquí se enfrenta a su propio mito, al Sherlock Holmes arquetípico. Este tema se anticipa cuando la casera, Mrs. Hudson (Una Stubbs), se rebela contra la descripción que hace de ella Watson (Martin Freeman), en las aventuras que escribe del detective. Precisamente, Watson obligará a Sherlock a emular la visión idealizada que tiene de él en la ficción. Además, Moffat y Gatiss se hacen cargo de todo el equipaje que Holmes ha ido recogiendo en adaptaciones radiofónicas, televisivas y cinematográficas: el sombrero, la pipa, la frase "Elemental, mi querido Watson". Todo esto en lo que al principio parece un remake isabelino del episodio piloto -se nos vuelve a contar el primer encuentro de Sherlock y Watson- pero encima los guionistas se las arreglan para mantener la historia dentro de la continuidad de la serie, enfrentando a Sherlock a sus propios fantasmas: ha sido genial ver de nuevo a Moriarty (Andrew Scott), que no está vivo, pero ha vuelto.


Por otro lado, la trama en sí del especial se centra en demostrar que lo que parece un hecho sobrenatural no lo es. Recordemos que Arthur Conan Doyle fue investigador de lo oculto. Los crímenes de una fantasmal novia asesina -que me hizo pensar en La novia vestía de negro (François Truffaut, 1968)- esconden -aunque no demasiado- un clarísimo subtexto feminista -que coincide en el tiempo y en temática con la película Sufragistas (Sarah Gavron, 2015)- y revelan a Watson como todo un facha. Eso sí, para disfrutar completamente de The Abominable Bride hay que ser fan de Sherlock, porque gran parte de su interés es cómo cambian los personajes en esta historia alternativa con respecto a la serie normal. En este sentido, el giro más gracioso es el homenaje a El sentido de la vida (Terry Gilliam, Terry Jones, 1983) que protagoniza Mycroft Holmes (Mark Gatiss).

AGENT CARTER -TEMPORADA 2- SMOKE & MIRRORS


SMOKE & MIRRORS (2 DE FEBRERO DE 2016) -AVISO SPOILERS-

En esta segunda temporada de Agent Carter hay más humor -Jarvis (James D'Arcy) se derrumba bajo los efectos de un dardo tranquilizante- y Peggy (Hayley Atwell) lleva blusas más ceñidas bajo el caluroso sol californiano. Lo que no cambia en la serie es su empeño -feminista- en invertir los roles. En este episodio,unos flashbacks desvelan el pasado de la protagonista y de su principal enemiga, Whitney Frost (Wynn Everett). Ambos personajes son mujeres que han tenido que luchar contra el machismo de la época que les ha tocado vivir. Una se ha convertido en heroína, la otra en villana.



El primer flashback revela que Peggy era un poco marimacho -no pretendo ser peyorativo-. La niña que fue la agente Carter jugaba a ser el caballero que mata al dragón para salvar a la princesa. Su madre la reprende: algún día tendrá que comportarse como una chica. En el presente, se repite este rol invertido. Carter debe rescatar a su interés romántico, el doctor Wilkes (Reggie Austen), justo lo contrario al clásico serial cinematográfico en el que se inspira esta serie. Además, vemos a Peggy engullir un sandwich con avidez -no cuida su línea- que se convierte en una metáfora del deseo carnal que siente -algo tradicionalmente masculino en la ficción- por su amado, un deseo negado por la condición fantasmal de este. Más tarde en la historia, Peggy debe elegir entre casarse y alistarse en la inteligencia británica, vamos, la decisión que -lamentablemente- todavía deben tomar muchas mujeres entre carrera profesional y vida familiar. Sorprendentemente, elige casarse, pero, siguiend una tradición muy Marvel, la trágica muerte de su hermano en el frente la llevará a comprometerse con la lucha contra los nazis.



En flashbacks análogos a los de Peggy, descubrimos la infancia de Whitney Frost, cuyas precoces habilidades para la ingeniería tampoco son apreciadas por una madre acostumbrada a utilizar sus "armas de mujer" para sacar provecho de los hombres. En el presente de esta ficción, una cuidadosa realización expresa visualmente todos los elementos que configuran a la villana. La Whitney adulta toma notas, igual que cuando de niña experimentaba con una radio, pero ahora su interés es la "materia cero" que invade su cuerpo desde una herida en su frente. La radio que suena está decorada con las máscaras -triste y alegre, drama y comedia- que representan su profesión como actriz, pero que también expresan que ha tenido que fingir toda su vida. Recordemos que su personaje -en los cómics- se llama Madame Máscara. Acto seguido, Whitney coge una rata para probar sus letales poderes en una demostración de crueldad. Justo entonces aparece su marido, Calvin Chadwick (Currie Graham), un político que la utiliza de novia-florero: Whitney se ha convertido en la mujer que fue su madre y sigue escondiendo su verdadera ambición. Pero ahora, la materia cero se extiende por el hermoso rostro que había utilizado para llegar al éxito, desfigurándola y obligándola a desvelar su verdadera naturaleza. Los siguientes flashbacks revelan una pasión -escapista- por el cine y que la sonrisa fingida que le pedía su madre para contentar a sus amantes, le abrió las puertas de su carrera como actriz. La frase final de Whitney, voy a ser "lo que quiera ser", es un alegato feminista pero también se refiere a la capacidad de los actores de vivir muchas vidas. Buen episodio.

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ARROW -TEMPORADA 4- LOST SOULS


LOST SOULS (11 DE NOVIEMBRE DE 2015) -AVISO SPOILERS-

Lo mejor de Arrow siempre ha sido Felicity. El personaje, interpretado por la simpática Emily Bett Rickards era el contrapunto humorístico y humano a la impostada seriedad del resto del reparto, todos justicieros -o villanos- mal encarados y falsamente complejos. Precisamente por esto, la mejor decisión que podrían haber tomado los guionistas era la de emparejar a Oliver Queen (Stephen Amell) con su voz grave y sus abdominales con Felicity. Eso ha humanizado al personaje protagonista, le ha dado una dimensión más interesante y cercana. En este episodio, las discusiones maritales por los pinganillos en las misiones; la visita sorpresa de la suegra; las dudas de Oliver sobre si Felicity prefiere a Ray Palmer (Brandon Routh) confirman que esta temporada de la serie es la única pasable. Y este episodio es uno de los más entretenidos que he visto. El descubrimiento de un Atom vivo y miniaturizado; la rabia asesina de Sara (Caity Lotz); el guiño a Ted Kord, Blue Beetle en los cómics y hasta los copazos que se meten Oliver y Diggle (David Ramsey) para hablar de "mujeres", todo funciona razonablemente bien en este capítulo. ¿Y si Arrow siguiese mejorando? ¿Llegará algún día a ser "buena"? Nah.

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AGENT CARTER -TEMPORADA 2- BETTER ANGELS


BETTER ANGELS (26 DE ENERO DE 2016) -AVISO SPOILERS-

Una cosa que agradezco de Agent Carter son los guiños a cómics tan poco conocidos como Kid Colt. El Universo Marvel es tan amplio que caben personajes del western como este vaquero, aparecido por primera vez en un cómic en 1948. En este episodio, el cowboy con chaleco de vaca se convierte en el protagonista de la película que rueda Howard Stark (Dominic Cooper) -ya sabéis, el padre del futuro Iron-Man (Robert Downey Jr.)-. Esta nueva faceta cinematográfica de Stark sigue los pasos de su modelo en la vida real, el excéntrico Howard Hughes -Hell´s Angels (1930)-. Y por si acaso alguien no pilla la oscura referencia comiquera, el propio Stark muestra un tebeo de Kid Colt y luego, en su oficina, vemos las portadas de otros más. Guiños aparte, la escena introduce al millonario inventor en esta segunda temporada, ubicada en Los Ángeles, y lo hace con un tono de humor más acuciado que en la entrega anterior, situada en un Nueva York más adecuado para el noir.

El tema principal de Agent Carter siempre ha sido el feminismo, por eso, no es casualidad que el misterioso Arena Club esté reservado solo para hombres. Howard Stark es el encargado de infiltrarse en el mismo... y lo hace llenándolo de playmates. Al parecer, el que Stark sea un mujeriego no lo convierte en un machista, sino en un elemento transgresor contra el conservadurismo del club. Vale. El caos que siembra Stark permite a Peggy Carter (Hayley Atwell) infiltrarse en el club luciendo un modelito de escándalo, para luego acabar metida debajo de una mesa. Inocentemente sexy.


Más interesante es la "materia cero" pegada al rostro de Whitney Frost (Wynn Everett), cuyos efectos vamos conociendo un poco más. Al igual que la heroína de esta serie, la villana es una mujer que debe abrirse camino en un mundo de hombres: ha tenido que vivir a la sombra del político Calvin Chadwick (Currie Graham). Whitney es capaz de hacerse la víctima para conseguir que su pareja elimine a su rival, Peggy. O que al menos lo intente. En realidad, Whitney es el "cerebro" detrás de la oscura empresa Isodyne: de víctima tiene poco; pero como actriz, está cerca de ser reemplazada por una chica más joven. De este desprecio parece salvarla su productor, pero enseguida se descubre que su verdadero interés es aprovecharse -ya me entendéis- de la guapa intérprete. Este nuevo agravio machista desencadena el poder mortal de la "materia cero" -una cosa negra y viscosa parecida a Venom- que acaba con la vida del acosador sexual.


El aumentado tono de humor y de fantasía inocente en esta segunda temporada es patente en la subtrama que involucra al doctor Wilkes (Reggie Austin) convertido en una suerte de fantasma incorpóreo. Una imagen que lleva a pensar en Agárrame esos fantasmas (Peter Jackson, 1996) y que demuestra la voluntad del equipo creativo de la serie por evolucionar.

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ARROW -TEMPORADA 4- HAUNTED


HAUNTED (4 DE NOVIEMBRE DE 2015) -AVISO SPOILERS-

La imagen que abre este episodio de Arrow se encuentra entre las más recurrentes del género superheróico: dos criminales amenazan a una mujer indefensa en un callejón oscuro cuando aparece un vigilante enmascarado. Desde hace décadas ese justiciero puede ser una mujer, que se identifica con la víctima en lugar de ejercer su fuerza masculina para defenderla en un ejercicio sexual sublimado. Pero aquí, esa chica es Sara Lance (Caity Lotz) -antigua Black Canary- desquiciada tras ser revivida por las aguas místicas de un pozo de Lázaro: tras despachar a los agresores, atenta contra la vida de la víctima hasta que aparece la policía de Star City. El resto del episodio, la verdad, es bastante rutinario y plano, a pesar de la recuperación del personaje John Constantine (Matt Ryan) tras la cancelación de su propia serie, hecho que con este episodio se entiende perfectamente. Una pena.

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LEGENDS OF TOMORROW -TEMPORADA 1- BLOOD TIES


BLOOD TIES (4 DE FEBRERO DE 2016) -AVISO SPOILERS-

En el tercer episodio, Legends of Tomorrow comenzó a molar. No es que los dos capítulos anteriores hayan estado mal, pero Blood Ties es una entrega más sólida, una propuesta más clara. Esos Lazos de sangre del título relacionan todas las tramas del argumento. Primero, tenemos la sed de sangre de Sara Lance/White Canary (Caity Lotz). Los espectadores de Arrow recordaréis que Sara fue resucitada en un pozo de Lázaro, cuyas aguas místicas hicieron casi inmortal al malvado Ra´s al Ghul (Matt Nable). Por desgracia, volver a la vida tiene un efecto secundario: te convierte en un asesino despiadado. La lucha de Sara por controlar esa rabia homicida resulta bastante interesante. En todo grupo de superhéroes tiene que haber un Wolverine. ¿O no?


Paralelamente, el viajero temporal Rip Hunter (Arthur Darvill) intenta ayudar a Sara y además busca desarrollar su propio instinto asesino para matar al gran enemigo, Vandal Savage (Casper Crump), que en el futuro acabará con su familia. Aquí comienzan a jugar un papel importante las paradojas temporales, que siempre siempre siempre, molan. Descubrimos que Hunter intentó matar a Savage en el antiguo Egipto, pero no lo consiguió, convirtiéndose, eso sí, en su némesis. Cuando ambos se enfrentan de nuevo, en 1975, Hunter ha cambiado, es capaz de quitarle la vida a su enemigo. Pero al mentar los nombres de su mujer e hijos -sus lazos de sangre- paradójicamente le da la pista al villano inmortal para asesinarles en ese futuro que los héroes intentan evitar. Por cierto, sobre ese porvenir apocalíptico, Hunter asegura haber visto caer a "el hombre de acero" y al "caballero oscuro". Ahí es nada. Por otro lado, Savage realiza un ritual que también está relacionado con la sangre: beber la del fallecido Carter Hall/Hawkman (Falk Hentschel) le da fuerza a él y a sus seguidores.


También hay una referencia, literal a la sangre en la subtrama protagonizada por el doctor Martin Stein (Victor Garber) y Ray Palmer/The Atom (Brandon Routh). Para salvar a Kendra Saunders/Hawkgirl (Ciara Renée) el superhéroe tendrá que miniaturizarse para viajar por el torrente sanguíneo de ella. Es una referencia a las clásicas Viaje Alucinante (Richard Fleischer, 1966) y El chip prodigioso (Joe Dante, 1987). En los cómics, el equivalente Marvel de The Atom, Ant-Man, hizo algo parecido con la Visión, en The Avengers #93 (1971). El Hombre Hormiga se metía literalmente dentro del androide, en una de las aventuras más recordadas de los héroes más poderosos de la Tierra. Otro guiño: Ray Palmer confiesa a Stein la muerte de su prometida, Jane Loring, que fue la esposa de The Atom en los cómics durante años. Luego tuvo un triste final.



Por último, la historia de Leonard Snart/Captain Cold (Wentworth Miller) es la que mejor refleja el título -Lazos de sangre- ya que su objetivo es evitar que su padre -interpretado en The Flash por Michael Ironside- se convierta en un maltratador. Snart no lo consigue -aunque en el proceso se humaniza su personaje- al igual que Hunter tampoco logra acabar con Savage, lo que hace que el final de esta historia tenga un punto amargo y pesimista. Gran capítulo.

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ARROW -TEMPORADA 4- BEYOND REDEMPTION


BEYOND REDEMPTION (28 DE OCTUBRE DE 2015) -AVISO SPOILERS-

La serie Arrow, hasta ahora, ha saqueado más tramas del Batman de los cómics -especialmente de la saga de Rha's Al Ghul de Dennis O´Neil y Neal Adams- que del propio Green Arrow. Pero la idea de convertir a Oliver Queen (Stephen Amell) en alcalde de Star City proviene de una historia reciente del arquero en los tebeos. Por cierto, cuando el científico Curtis Holt (Echo Kellum) -futuro Mr. Terrific- intenta averiguar la identidad secreta de Green Arrow, menciona a un -ficticio- arquero olímpico, de nombre Neal Adams, como el dibujante de cómics del que os acabo de hablar y el responsable de las mejores historias del arquero en los años setenta. Buen guiño. Hay un aire de renovación en esta serie que francamente agradezco. Más humor, gracias a Felicity (Emily Bett Rickards) y un Queen menos atormentado hacen que Arrow sea soportable. Los guionistas deben ser conscientes de estos cambios y aquí rompen con el pasado inaugurando un nuevo cuartel general para los héroes. No es muy diferente del anterior, es verdad, pero sí parece más luminoso. La alianza de un superhéroe con un policía, aquí el capitán Lance (Paul Blackthorne), es una tradición en DC Comics, no hace falta mencionar a Batman y al comisario James Gordon. La recuperación asilvestrada de White Canary (Caity Lotz) -la veremos en la mencionada serie- es un ejemplo del humor involuntario que ha tenido esta serie en sus peores momentos. Resulta realmente cruel que el personaje de Quentin Lance, padre de Sara, haya sido sometido al dolor de la muerte de su hija, para luego recuperarla, para después perderla otra vez... y ahora encontrarla de nuevo convertida en un animal salvaje. Laurel Lance (Katie Cassidy) le enseña a su padre que su hermana sigue viva como si nada. Sin prepararle de ninguna manera. Humor negrísimo. Estas escenas poco consistentes se deben a un ritmo narrativo demasiado rápido que obliga a presentar las situaciones sin ningún desarrollo dramático: bastan unos pocos segundos para que Thea Queen (Willa Holland) se haga pasar por la millonaria malcriada que es y compre drogas a un traficante, enseguida Oliver entra en el despacho del capitán Lance como si fuera su casa para pedirle su colaboración para detener a un grupo de policías corruptos capitaneados por Liza Warner (Rutina Wesley) -los fans de Trueblood nos alegramos de ver a Tara- que resulta ser un grupo especializado en vigilantes creado por el propio Lance. Oye, la idea es buena. La ejecución, peor. Este ritmo lleva también al momento forzado, aunque no del todo incoherente, en el que Lance pide ayuda a Damian Darhk (Neal McDonough) para "arreglar" a Sara. Lo que lleva a que Oliver le pegue un susto a Lance al esperarle en la oscuridad ¡Dentro de su casa!. La misma gratuidad lleva a Lance a intentar matar a Sara, por consejo de Darhk, y a que Laurel aparezca en el momento justo para evitarlo. No hay tensión ninguna porque no nos han preparado para estos momentos. Justo al salir de esta escena, Lance se encuentra con los policías corruptos. Esta serie tiene un ritmazo, sí, pasan cosas constantemente, que sí, pero sin demasiada lógica. Supongo que no se puede tener todo. Al menos, le ponen algo de humor al asunto cuando Oliver se vuelve a meter en casa de Lance para rematar el episodio. Esquemáticamente, hay dos escenas de acción que funcionan como espejos. En la primera los sofisticados artilugios de los policías corruptos derrotan a los héroes. Luego, estos han aprendido a contrarrestar sus armas y vencen con cierta facilidad. Tampoco se aprovecha demasiado el hecho de que Lance fue el que reclutó a Liza, más que para convencerla de perdonarle la vida a Green Arrow, que se ve sorprendido por la policía de forma algo incoherente. Por último, queda lo peor. Los discursos sobre la justicia y sobre "salvar esta ciudad" son sin duda lo peor de Arrow. Pero el discurso político final de Oliver Queen en este episodio es sonrrojante. Lo más desvergonzado es ese "together united" una variación del "united we stand" del 11S. Madre mía.

CAPÍTULO ANTERIOR: RESTORATION