SUPERGIRL -TEMPORADA 1- SOLITUDE


SOLITUDE (29 DE FEBRERO DE 2016) -AVISO SPOILERS-

Solitude podría ser un episodio menor en la serie de Supergirl -y hasta cierto punto lo es- pero los guionistas compensan esto con una gran cantidad de "extras". Primero, los fans de Superman deberían estar más que contentos por las referencias a la mitología del primer superhéroe. El argumento comienza con un flashback en el que la nave de Kara (Melissa Benoist) visita la famosa zona fantasma, esa en la que estaban encerrados los peores criminales de Krypton: recordemos Superman 2 (Richard Lester, Richard Donner, 1980). Más avanzado el capítulo, habrá una visita todavía más importante, a la Fortaleza de la Soledad, refugio ártico de Superman, que aquí incluye la gigantesca llave que utilizaba el héroe en los tebeos clásicos y que hoy podría ser considerada ridícula por lo espectadores más aburridos. Es genial que se utilice aquí, porque representa el mejor ejemplo del espíritu luminoso, naive y optimista de la serie. Dentro de la  fortaleza veremos objetos tan entrañables como la cápsula en la que Kal-El llegó a la Tierra; y también sorpresas como el anillo de la Legión de Superhéroes -un supergrupo del siglo XXX vinculado a Superboy- que vimos en la secuencia de tierras paralelas de The Flash. Sería increíble que la Legión acabase apareciendo por aquí... o protagonizando un spin-off.


Pero es la villana del episodio la que más referencias acumula. Porque Indigo es una descendiente de Brainiac, un villano clásico de Superman creado en 1958. Este robótico enemigo también está vinculado a la mencionada Legión de Superhéroes, debido a su larga descendencia. Indigo también es Brainiac-8, y en los cómics fue creada como una heroína juvenil, en 2003. Lamentablemente, la versión que vemos aquí se parece demasiado al personaje de Mística interpretado por Jennifer Lawrence en la franquicia de X-Men. Pero más relevante es que Indigo está interpretada por Laura Vandervoort, nada menos que la actriz que fue Kara/Supergirl en la serie Smallville (2001-2011). Allí, incluso, interpretó a una versión de Brainiac que, imagino, copió o controló a la heroína. En este episodio, la villana es derrotada con un malware creado por Winn (Jeremy Jordan) quien suelta la peor frase lapidaria que recuerdo: "No eres más que una Windows Vista glorificada". Y a pesar de todos estos guiños frikis, el humor y los planteamientos de ciencia ficción blanda, Supergirl consigue emocionar con escenas como la reconciliación entre Kara, su hermana Alex (Chyler Leigh) y el marciano J'onn J'onzz (David Harewood).

SUPERGIRL -TEMPORADA 1- TRUTH, JUSTICE AND THE AMERICAN WAY


TRUTH, JUSTICE AND THE AMERICAN WAY (22 DE FEBRERO DE 2016) -AVISO SPOILERS-

El supervillano Master Jailer (Jeff Branson) es otro enemigo que la protagonista de esta serie heredada de su primo, Superman -igual que Bizarro-. Aparecido por primera vez en 1979 como rival amoroso por la atención de Lana Lang -la novia de Clark Kent en Smallville- aquí mantiene la capacidad de "encarcelar" a sus enemigos, aunque su origen es extraterrestre, su look mucho más sobrio y su razón de ser como personaje, menos inocente que en los años 80. Supergirl es una serie en la que una chica con minifalda y superpoderes se enfrenta a amenazas de otros planetas, pero bajo el tono de aventura ligera, los guionistas intentan abordar temas más serios. Este episodio se titula "La verdad, la justicia y el estilo de vida americano", una frase asociada a los valores que defiende tradicionalmente Superman. Estos valores, sin embargo, reflejan aquí irónicamente la actitud de Supergirl y de la agencia gubernamental DEO, al mantener prisionero al villano Maxwell Lord (Peter Facinelli) violando sus derechos civiles: no ha sido acusado, ni juzgado. Esta situación pone en un brete al periodista James Olsen (Mehcad Brooks) cuya ética profesional le exige destapar el asunto, pero su amistad con Supergirl (Melissa Benoist) le frena. Las comparaciones con Guantánamo son obvias y Cat Grant (Calista Flockhart) vuelve a ejercer de mentora, contándole a Olsen una anécdota en la que cometió un error periodístico que ocasionó la muerte de una inocente. Obviamente, Supergirl acaba rectificando, porque el tema se refleja además en la trama superheroica: Master Jailer también se toma la justicia por su mano, deteniendo, aprisionando y ejecutando a criminales extraterrestres en fuga. Apuntemos por último dos referencias frikis: los agentes de la DEO se preguntan si su enemigo es un conocido cazarrecompensas espacial: se refieren probablemente a Lobo, antihéroe extraterrestre creado por Keith Giffen en 1983. Además, la propia Kara, al enfrentarse a Master Jailer y su armadura, dice que pensaba que las máscaras eran más de esa "otra" ciudad ¿Gotham? ¿Batman?


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SUPERGIRL -TEMPORADA 1- FOR THE GIRL WHO HAS EVERYTHING



FOR THE GIRL WHO HAS EVERYTHING (8 DE FEBRERO) -AVISO SPOILERS-

En 1986 el guionista Alan Moore y el dibujante Dave Gibbons publicaban para DC Comics una historia en 12 números que cambió el género de los superhéroes para siempre: Watchmen. La obra está entre las 100 mejores novelas elegidas por la revista Time en 2005. Poco antes, ambos autores habían dado luz a una de las mejores historias de Superman jamás contadas. En poco más de 20 páginas, Para el hombre que lo tiene todo, humaniza completamente al héroe invencible, al más grande de todos, al plantearse la cuestión de cuál sería el regalo perfecto de cumpleaños para el hombre de acero. Descubrimos que lo que realmente habría querido Kal-El es una vida normal. Resulta lógico -pero atrevido- que los guionistas de Supergirl hayan decidido adaptar dicho cómic para un capítulo de la serie. Kara (Melissa Benoist), hija adoptiva de la Tierra, siempre ha deseado encajar por encima de todo.



Aquí, en la adaptación llevada a cabo por los guionistas Ted Sullivan y Derek Simon, se hacen algunos cambios lógicos a la historia original. Batman, Robin y Wonder Woman son reemplazados por James Olsen (Mehcad Brooks), Winn (Jeremy Jordan) y Alex (Chyler Leigh) como los encargados de ayudar a la protagonista a liberarse de un extraño parásito alienígena telépata -Black Mercy- cuyo diseño aquí es idéntico al del tebeo. Este es capaz de sumir a su huésped en una especie de sueño que cumple su más caro deseo. Algo así como Matrix (1999). Tanto en el caso de Superman como en el de Supergirl se trata de reunirse con su familia biológica en Krypton. Si en el cómic, Kal-El se encontraba con Kara, ahora es ella la que ve a su primo cuando era solo un niño. Curiosamente, este Superman infantil reemplaza al hijo imaginado del hombre de acero en el cómic original. Por cierto, Kal-El es interpretado por Daniel DiMaggio que se une así a la lista de actores que han interpretado al hombre de acero: George Reeves, Christopher Reeve, Dean Cain, Brandon Routh, Tom Welling y Henry Cavill. No está mal. Sin embargo, esta adaptación televisiva no incide demasiado en la vida soñada de Kara -razones presupuestarias, seguramente- sino que le da el protagonismo a su hermana, Alex, narrando sus esfuerzos, mucho más directos, para rescatarla. Kara buscará la ayuda de enemigos como Astra (Laura Benanti) y Maxwell Lord (Peter Facinelli) para luego introducirse en la fantasía de Supergirl y traerla de vuelta "a casa". Hay, además, una subtrama humorística en la que J'onn J'onzz (David Harewood) se hace pasar por Kara para que Cat Grant (Calista Flockhart) no la despida de su trabajo.



La acción se redondea con dos espectaculares peleas. En la primera, Kara -con idéntico deseo de venganza que Superman en el cómic original- se enfrenta a Non (Chris Vance). En la segunda, Alex y J'onn J'onzz luchan contra Astra. Aquí entra en juego una molona espada de kryptonita que ocasiona una muerte sorpresa. Este es un episodio excelente, pero hay que decir que cambia la esencia de la historia original. Si en aquella Alan Moore desvelaba el sueño perdido de Superman y con ello, su lado mas humano; aquí la historia desvela poco sobre Kara y mucho sobre su hermana Alex, la "heroína de Supergirl".

CAPÍTULO ANTERIOR: BIZARRO

SUPERGIRL -TEMPORADA 1- BIZARRO



BIZARRO (1 DE FEBRERO DE 2016) -AVISO SPOILERS-

¡Bizarro! La palabra, en castellano, significa "Que es valiente y, por lo general, apuesto". Pero seguramente te suena más la definición tomada del francés, bizarre, que quiere decir "raro". Este episodio de Supergirl, titulado Bizarro, como en castellano, modifica al clásico enemigo del mismo nombre de Superman... o más bien, de Superboy, que así se llamaba la versión juvenil del hombre de acero, creada en 1944. Bizarro aparece por primera vez en 1958, cuando Superboy es expuesto a un rayo duplicador que produce una copia imperfecta de él. Bizarro, como experimento fallido para crear vida, es una variación del mito de Frankenstein. El tema se repite en esta nueva versión adaptada a Supergirl, en la que el clon de la heroína produce horror y piedad. Es una víctima de la manipulación genética de Maxwell Lord (Peter Facinelli), cuya empresa se llama aquí Prometheus Genetics: recordemos que El moderno Prometeo era el subtítulo de la novela de Mary Wollstonecraft.


Si el doctor Frankenstein utilizó miembros de varios cadáveres para crear a su criatura, aquí Lord utiliza los genes de siete chicas, siete víctimas, en lo que parece un subtexto sobre la explotación femenina. Este es, sin duda, el primer momento en el que vemos a Maxwell Lord como un auténtico malvado, aunque él crea estar salvando a la Humanidad. Por último, Cat Grant (Calista Flockhart) es la encargada de bautizar al duplicado imperfecto de Kara (Melissa Benoist). La palabra "Bizarro" le suena a un personaje de una novela de Jane Austen.

Lo que me ha gustado siempre de Bizarro es su concepción como el opuesto de Superman. En los inocentes cómics de los años sesenta, existía el Mundo Bizarro -cúbico en lugar de esférico- en el que todo es lo contrario a lo que conocemos en la Tierra: las ruedas de los coches son cuadradas, la puerta que pone "salida" es la de entrada y un esposa feliz lanza platos contra su marido. ¿No es genial? Siguiendo este razonamiento, algo hay de "bizarro" en Supergirl con respecto a Superman: es el reverso del héroe en femenino. Así, si en las aventuras clásicas el villano raptaba a Lois Lane, aquí secuestra a Jimmy Olsen (Mehcad Brooks) lo que, de paso, desvela que Kara sigue enamorada de él. Además, esta "Bizarro Girl" es la opuesta de Supergirl, por lo que la kryptonita verde no la afecta, sino su contrario en el espectro de luz: la kryptonita azul. Por último, no puedo dejar de acordarme de un episodio de Seinfeld (1989-1998) -el cómico es fan declarado de Superman- titulado The Bizarro Jerry, en el que los protagonistas de la sitcom se topan con sus duplicados imperfectos: los otros son buenas personas.



¡Más referencias! Cuando los protagonistas investigan la naturaleza de la doble de Supergirl, se plantean que puede ser un clon o un robot. Esto puede ser un guiño a la trama de cómics titulada El reinado de los superhombres (1993): tras la muerte de Superman, aparecían 4 personajes diferentes ocupando su lugar, un clon, un cyborg, un cruel extraterrestre y un obrero con armadura. Por otro lado, el equilibrio que tiene que hacer Kara entre su vida de superhéroe y la sentimental es un elemento clásico del mito de Superman, mucho más desarrollado en el Spiderman de los años sesenta de Stan Lee y John Romita. La cita de Kara con Adam Foster (Blake Jenner) se ve truncada por la amenaza de Bizarro, lo que provoca que él se marche a Opal City, en los cómics, la ciudad de otro héroe del tebeo, Starman. Por cierto, la ciudad de Kara no es Metrópolis -si no estaría cruzándose continuamente con su primo- sino National City, bautizada como la editorial previa a DC Comics. Por último, ese bicho extraterrestre que se aparece a Supergirl en el cliffhanger -mezcla de Alien (1979), centinela de Matrix (1999), y hasta de ultracuerpo invasor (1978)- hace pensar que el próximo episodio puede ser un auténtico regalo.

SUPERGIRL -TEMPORADA 1- STRANGE VISITOR FROM ANOTHER PLANET


STRANGE VISITOR FROM ANOTHER PLANET (25 DE ENERO DE 2016) 
-AVISO SPOILERS-

Uno de los rasgos más característicos de Kara Danvers (Melissa Benoist) es la pureza de sus intenciones. Siempre intenta hacer el bien. Es lo que la hace repelente para algunos, adorable para otros. Supergirl, el personaje, representa todo lo que es "bueno". Su necesidad de ayudar nace de una herida: la pérdida de su familia. Este conflicto se expresa visualmente cuando vemos a la superheroína salvando a una familia de un incendio forestal... y cuando se inmiscuye en la vida privada de su jefa, Cat Grant (Calista Flockhart) para reunirla con el hijo que abandonó, Adam Foster, interpretado por Blake Jenner, el marido en la vida real de nuestra protagonista. Se conocieron en Glee (2012-2015). Fin del momento cotilla. La insoportable bondad de la protagonista se contrarresta con una decisión acertada por parte de los guionistas, la de convertirla en alguien odiado por gran parte de la población terrestre debido a su origen extraterrestre. Superman siempre había sido un inmigrante, aunque admirado.


La ciencia ficción utiliza la fantasía para hablar de problemas reales, políticos y sociales. Recordemos que en inglés "alien" no solo significa "extraterrestre", sino también "de otro país, raza o grupo". En Supergirl, el odio a los extraterrestres está personificado en la senadora Miranda Crane (Twany Cypress) que como Donald Trump echa pestes sobre los de fuera. Esto provoca la aparición de un alien verdaderamente malvado, un marciano blanco, nada menos que los enemigos eternos de los marcianos verdes como J'onn J'onzz (David Harewood). Esto se desvela en unos interesantes flashbacks situados en Marte que se atreven a evocar el holocausto nazi, o el drama actual de los refugiados.



El que algo llamado "marciano blanco" persiga a un personaje encarnado por un afroamericano probablemente tiene una segunda lectura que los productores han preferido evitar, eligiendo a una actriz de raza negra para interpretar a la senadora xenófoba. Que finalmente el marciano haya adoptado la forma de la propia senadora es una forma de decir que el supuesto enemigo se parece demasiado a nosotros mismos. Por otro lado, la pérdida de la familia de J'onn J'onzz y de su planeta resuena también en el conflicto antes mencionado de Supergirl. Tampoco es casualidad que el marciano haya perdido a "sus hijas": Kara y Alex (Chyler Leigh) perdieron a su padre. En el desenlace, por cierto, Supergirl consigue que J'onn J'onzz no mate al marciano blanco. El respeto a la vida es un rasgo clásico del superhéroe, una regla no escrita que fue violada -con polémica- por el propio Superman en El hombre de acero (Zack Snyder, 2013).



Hay que alabar la dirección de Glen Winter -realizador veterano de Smalville, Falling Skies, Arrow y The Flash- que encara las secuencias de acción con brío y que consigue que los efectos especiales luzcan mejor que nunca. Por último, dos cliffhangers aseguran que veremos el próximo episodio: Kara se enfrenta a su primera cita romántica y aparece una misteriosa doble de Supergirl. 

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SUPERGIRL -TEMPORADA 1- CHILDISH THINGS


CHILDISH THINGS (18 DE ENERO DE 2015) -AVISO SPOILERS-

¡Suspende tu incredulidad, amigo! Sí, es verdad que los efectos especiales que crean la ilusión de ver volando a Supergirl (Melissa Benoist) y a J'onn J'onzz (David Harewood) son bastante casposos, casi de videojuego, pero hay que fijarse también en el cuidado con el que esta serie se ocupa de sus personajes. El optimismo inquebrantable de Kara es refrescante y aquí la vemos intentando ayudar al marciano, que revela un conflicto interior: no acepta su verdadera naturaleza. Lleva décadas ocultando su origen y ahora no se atreve a ser él mismo. Justo después, la jefa de Kara, Cat Grant (Calista Flockhart) le suelta su ya clásico discurso feminista a Lucy Lane (Jenna Dewan Tatum). Los personajes de Supergirl están vivos y eso hace perdonables los efectos especiales de saldo. Por cierto, ¿Habéis notado que las iniciales de muchos secundarios de Superman son "L.L."? Lois Lane, Lana Lang, Lex Luthor, Lori Lemaris. Lo cierto es que Cat contrata a Lucy, lo que significa que estará -demasiado- cerca de su novio, James Olsen (Mehcad Brooks) y de Supergirl. Esto enreda la trama romántica... y la superheroica.


Puede parecer gratuito que el compañero de Kara, Winn (Jeremy Jordan), resulte ser el hijo de Toyman (Henry Czerny). Menuda sorpresa ¿no?. La verdad es que, para alguien versado en los cómics, el nombre del personaje, Winn Schott, tendría que haber sido una pista al respecto. Sin mencionar que ya se había establecido que el padre de Winn estaba en prisión. Por otro lado, recordemos que en la serie los vínculos familiares son muy importantes: la principal enemiga de Kara es su tía. Toyman -el Juguetero- fue creado en 1943 y es uno de los enemigos más antiguos de Superman. Las gafas redondas que utiliza corresponden a la versión original del personaje en los tebeos, pero el muñeco que regala a Winn para enviarle un mensaje, es un guiño a una versión posterior, de los años 70, cuyo disfraz recuerda al de un bufón. Por otro lado, este Toyman puede parecer, al principio, más mundano que el de los cómics: su primer crimen consiste en colocar una bomba dentro de un osito de peluche. Pero enseguida vemos una sofisticada proyección de su persona hecha de cristal con la que engaña a la policía, para luego atacar con todo tipo de muñecas robóticas muy peligrosas.


Lo elogiable de Supergirl, es que les da igual el realismo. Toyman tiende una trampa a la policía, utiliza elefantes de peluche para gasear a los agentes, pero Supergirl aparece para salvarles, aspirando el gas venenoso y luego exhalándolo entre las nubes. Más inocente, imposible. Pero al mismo tiempo, la serie se toma la molestia de introducir un subtexto feminista que, al menos, resulta original en una ficción como esta. James Olsen se siente incómodo porque su novia podría trabajar en el mismo lugar que él. Y Alex (Chyler Leigh) sospecha que el poderoso Maxwell Lord (Peter Facinelli) se siente más amenazado por el hecho de que Supergirl sea una mujer, que por sus increíbles superpoderes.

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CAZAFANTASMAS (PAUL FEIG, 2016)


Olvidad por un instante que los nuevos Cazafantasmas son mujeres y la estúpida polémica que hubo al respecto en Internet. La decisión de elegir a Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon y Leslie Jones para interpretar a las protagonistas es lo mejor de este reboot dirigido por Paul Feig. Estas cuatro actrices son estupendas cómicas y hasta podría decirse que consiguen una química en pantalla más satisfactoria que los originales. Seamos realistas: la película de 1984 es mucho mejor, pero el entrañable Harold Ramis -director de Atrapado en el tiempo (1993) ya fallecido, y homenajeado aquí con un busto con su rostro- apenas "interpretaba" y Winston (Ernie Hudson) no era más que una comparsa -el propio actor se ha quejado públicamente de lo reducido de su papel-. Por lo que podemos decir que, en estas nuevas Cazafantasmas, el grupo de actrices es lo mejor de la función. Ahora bien ¿El resto de la película? No mola tanto.


El film de Ivan Reitman era una aventura sobrenatural con toques de ciencia ficción que funcionaba estupendamente: la escenas de miedo daban miedo, había sense of wonder, y todo eso se elevaba a clásico -ochentero- gracias a la comedia, en especial, de Bill Murray. Aquí, las secuencias de "terror" son algo torpes, la aventura avanza a trompicones, los efectos especiales no brillan a pesar de los avances habidos en 30 años. Y la comedia, pues he echado en falta más espacio -más improvisación- para que estas actrices geniales se luzcan. Lo que Los Cazafantasmas  de 1984 hicieron muy bien fue introducir de forma orgánica el humor en la aventura. Aquí hay escenas claramente cómicas -la entrevista al personaje de Chris Hemsworth- y otras con intenciones "épicas" -como el clímax final-. Pero prácticamente no se mezclan. En esto echo mucho de menos a Bill Murray, todo un genio que interpretaba su papel casi en clave postmoderna, autoconsciente: como si Peter Vekman se supiera el héroe de una película y actuara en consecuencia, sabiendo que al final tendrá un final feliz, podrá besar a la chica -Sigourney Weaver- y haciendo todo tipo de bromas durante el proceso. El personaje de Jillian Holtzman (Kate McKinnon) aunque asume el rol de inventor loco que tenía Egon Spengler (Harold Ramis), hereda parte de ese humor de Murray consiguiendo destacar -incluso- por encima de sus compañeras, Wigg y McCarthy, estrellas por derecho propio.


Por último, decir que Los Cazafantasmas ochenteros tenían un discurso incómodo para un blockbuster de sus características: un humor agresivo, sexualizado y una cierta tendencia a la destrucción: cada vez que intentaban atrapar a un fantasma acababan destrozando el mobiliario de un lugar para ricos -un hotel de lujo, un restaurante caro-. Aquello héroes no solo fumaban, sino que su principal obstáculo eran los políticos y el propio ayuntamiento de la ciudad que intentaban salvar. Aquí queda algo de esa -mínima- transgresión, pero el principal discurso de esta nueva película tiene que ver con ser un marginado social, feo, con sobrepeso, con gafas, negro o mujer. (El contrapunto es el guaperas-idiota que es Chris Hemsworth). Este film tiene que ver con ser un solitario por tomarse demasiado en serio lo que el resto considera fantasías infantiles. Es decir, tiene que ver con ser un nerd, un friki, un empollón: en el fondo, los espectadores ideales que irían a ver esta película impulsados por la nostalgia. Algunos de ellos pusieron el grito en el cielo al saber que sus Cazafantasmas ahora son mujeres.