DE GRIMM A HOUSE OF CARDS: LA CULPA


-ATENCIÓN SPOILERS-

El inicio de la tercera temporada de Grimm -una serie que mezcla los cuentos de hadas con casos policiales y que recuerda a Buffy, Cazavampiros- sorprende con un giro tremendamente oscuro. El protagonista, Nick (David Giuntoli) es convertido en un zombie que destruye todo a su paso hasta que es detenido y curado por sus compañeros. Todo parece volver a la normalidad, pero mientras estuvo poseído, Nick, mató a una persona. Al descubrirlo, Nick -un personaje completamente positivo- decide "hacer lo correcto" y entregarse a la policía. Pero sus compañeros se lo impiden: piensan que la muerte no fue su culpa, y hacen un pacto para encubrirle. Han llegado a la conclusión de que no es necesario obedecer la Ley, ya que ellos son diferentes. Ellos saben que hay "algo más": un mundo oculto de seres fantásticos, que el resto de personas "normales" no conoce. Los "otros" viven sin saber la verdad, y es mejor así: no la soportarían.



En la cuarta temporada de Boardwalk EmpireGillian Darmody (Gretchen Mol) cree que su prometido ha cometido un asesinato. Pero le ama, y le propone huir. Él le dice que siempre será un asesino a los ojos de Dios, y que así no podría vivir. Para convencerle, Gillian confiesa que ella también ha matado, y le asegura que se puede seguir adelante. Gillian sabe que no hay Dios, y que todo está permitido.



En uno de los primeros capítulos de House of Cards, Frank Underwood (Kevin Spacey), le ofrece la oportunidad de escalar peldaños en el poder a un miembro de la cámara baja del Congreso. Éste se niega, y se siente ofendido por la propuesta de Frank, que implicaría traicionar a un compañero de partido. Su negativa será castigada al final del episodio. Frank mira a cámara, y nos explica que el representante -David Rasmussen- pudo ser un lobo, pero ha preferido seguir en el rebaño. Una moraleja que resume el espíritu de toda la serie. Los "buenos", los que actúan según las reglas, son siempre menos inteligentes y sobre todo fácilmente manipulables. El mundo que dibuja House of Cards castiga a cualquiera que tenga principios, o intente una buena acción.



House of Cards es el reverso de Breaking Bad. En la ficción de Vince Gilligan asistimos a la transformación de Walter White en Heisenberg. Un mediocre profesor de química se enfrenta a su propia muerte, y por ello se libera de las ataduras morales, hasta convertirse en un súper hombre por encima de la Ley y de las reglas de la sociedad. Heisenberg es su verdadero yo. En los primeros capítulos de House of Cards, Frank es ya un "monstruo", y poco a poco vamos descubriendo elementos de su personalidad que le humanizan. Quizás lleguemos a entender su comportamiento. O no. Pero los dos personajes son similares: ambos son muy inteligentes, se sienten superiores, y esto les permite mirar por encima de las normas que mantienen cautivos al resto.


Lo que tienen en común Walter White, Francis Underwood, Nucky Thompson, Don Draper -todos hijos de Tony Soprano- es que son hombres muy inteligentes que han construido su propia moral, que son capaces de hacer lo que sea para conseguir sus fines, pero entienden la necesidad de engañar a los que les rodean, de mantener una fachada de respetabilidad para evitar que la sociedad los castigue. El mensaje es claro: si juegas respetando las reglas vas a perder. Si quieres ser feliz, obedece solamente a tus instintos. Todo lo demás es falso. Todo lo demás es para idiotas.



Los protagonistas de The Walking Dead viven en un mundo apocalíptico en el que su principal debilidad es seguir aferrados a unos valores éticos que ya no son útiles. Para sobrevivir tendrán que despojarse de cualquier sentimiento de culpa y convertirse prácticamente en animales. Sólo el más fuerte sobrevive en un mundo en el que las reglas han cambiado y que viene a ser una metáfora en clave de terror de los tiempos que vivimos (pero el mérito es de George A. Romero). En el mundo de The Walking Dead hay dos opciones. Una implica esfuerzo, sacrificio y soledad. La otra es dejarse llevar... Dejar de pensar... Ser uno más de los muertos vivientes.

CONTENIDO EXTRA

HOUSE OF CARDS VS. BREAKING BAD

Hay otra equivalencia entre las dos series: los "sidekicks". Los compañeros de los protagonistas, Jeese Pinkman (Aaron Paul) y Peter Russo (Corey Stoll) son jóvenes, menos inteligentes, títeres, y de buen corazón. Pero, curiosamente, ambos tienen problemáticas adicciones. Sin las drogas son incapaces de enfrentarse a un mundo despiadado.

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