BETTER CALL SAUL -TEMPORADA 2- FIFI


FIFI (4 DE ABRIL DE 2016) -AVISO SPOILERS-

Un virtuoso plano secuencia abre este episodio demostrando que Better Call Saul es de las pocas series de la ficción televisiva actual que se preocupa en utilizar una planificación cinematográfica. La escena nos lleva a través de la frontera entre México y Estados Unidos -imposible no pensar en el plano secuencia inicial de Sed de mal (Orson Welles, 1958) por su idéntico escenario- y nos hace seguir un camión de helados convirtiéndonos en testigos de cómo los agentes de aduana lo revisan. Sospechamos que la carga oculta drogas -venimos de Breaking Bad- pero no es así. La secuencia tiene una estupenda idea de guión: el conductor es en realidad un asesino a sueldo que busca un arma escondida en el desierto y marca con palitos de helado cada trabajo -cada asesinato- realizado. Y hay muchos palitos. A partir de aquí todo es bueno en este episodio. La complicidad que despierta Kim (Rhea Seehorn), un personaje con el que nos identificamos completamente y cuyo entusiasmo compartimos en su intento por emprender su propio bufete. Kim nos gana vendiéndose a los clientes del banco Mesa Verde. Por eso compartimos su decepción cuando Chuck (Michael McKean) le roba este cliente, aunque no podamos más que reconocer la sabiduría legal de este personaje interesantísimo por sus matices psicológicos y único por su extraña alergia a todo lo electrónico. Por último, también están los momentos de humor, como las argucias de Jimmy (Bob Odenkirk) para grabar un anuncio engañando a las Fuerzas Aéreas y utilizar la imagen de Fifi, el único bombardero de la Segunda Guerra Mundial que sigue operativo. Todo funciona en este episodio, que se permite el lujo de plantear tres escenas muy elaboradas que dejan abiertas incógnitas. Los seguimientos de Mike (Jonathan Banks) precisamente al camión de helados que hemos visto al inicio y que tiene algo que ver con los negocios del tío de Tuco. La ingeniosa falsificación de los documentos de Mesa Verde que hace Jimmy. Y la extraña manguera de clavos que confecciona Mike, aprovechándose de la inocencia de su nieta, que le ayuda en una escena tan tierna como escalofriante.

CAPÍTULO ANTERIOR: INFLATABLE

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