Un grupo de chavales, atraídos por una macabra leyenda, salen de excursión por el campo con rumbo hacia la casa de los horrores que han visto en la primera temporada del -falso- documental televisivo My Roanoke Nightmare. La idea de este episodio hace explícita la principal referencia de esta temporada de AHS, El proyecto de la bruja de Blair (1999), que se actualiza con la obsesión milenial por la fama, los followers y las redes sociales: necesitan "gustar". La disminución del tamaño de las cámaras modernas, que permite colocarlas en la cabeza o en palos de selfi, facilita el justificar que los protagonistas sigan grabando a pesar de los peligros: antes era difícil sostener que una persona normal no soltase la videocámara antes de salir corriendo. Esta pequeña subtrama permite dos cosas más: reencontrarnos con la joven actriz Taissa Farmiga, presente en otras temporadas de la serie; y, por supuesto, alargar la historia con algunas muertes más. En el mismo sentido hay que interpretar la aparición por sorpresa de Wes Bentley, como el actor que interpretó al hijo de la carnicera. Todos mueren casi enseguida. En un apunte oscuro y pesimista, descubrimos a la última superviviente, nada menos que Lee (Adina Porter), una madre irresponsable, asesina de su exmarido, alcohólica, drogadicta y que encima pacta con la bruja (Lady Gaga). El horrible empalamiento de los personajes al final del episodio no es violencia gratuita, bueno, sí, pero también una referencia a la película más conocida del oscuro subgénero del found footage (metraje encontrado): la insoportable Holocausto Caníbal (1980).
CAPÍTULO ANTERIOR: CHAPTER 8
No hay comentarios:
Publicar un comentario