Tras las buenas sensaciones de su primera temporada y el éxito rotundo de Jessica Jones, el regreso de Daredevil era uno de los más esperados del año. Y no ha decepcionado. De hecho, podemos decir que esta segunda tanda de episodios sobre el superhéroe ciego de Hell´s Kitchen es superior a la primera entrega. Veamos.
La razón principal es la presentación de The Punisher -el Castigador en España- interpretado por Jon Bernthal -le recordaréis de The Walking Dead- y uno de los antihéroes más carismáticos de Marvel Comics. Tan atractivo debe ser el personaje, que esta es la cuarta vez que es llevado a la pantalla, tras tres películas en las que fue encarnado por Dolph Lundgren, Thomas Jane y Ray Stevenson. Pero estamos ante, sin duda, la mejor versión del Castigador. La clave es que, por primera vez, el violento vigilante se enfrenta a un superhéroe positivo. Punisher nace en los cómics como antagonista de Spiderman -en 1974- y su razón de ser es el contraste entre sus expeditivos métodos para eliminar a los criminales y el estricto código de "no matar" de personajes como el mencionado Spiderman, el Capitán América o aquí, Daredevil. En esta serie, los guionistas consiguen presentar a Punisher como una amenaza indetenible en los primeros episodios -el terror de los que están fuera de la Ley- para luego irle humanizando poco a poco hasta hacernos entender sus motivaciones. Frank Castle, que así se llama realmente, es aquí un personaje muy interesante que vive una evolución similar a la de Matt Murdock (Charlie Cox) en la primera temporada: no verás la clásica calavera en su pecho hasta el final. Y atención, porque el encuentro entre Daredevil y Punisher es un team up mucho más satisfactorio -es mi opinión- que el aparatoso Batman v. Superman que acabamos de ver en cines.
Pero hay más cosas buenas en esta segunda entrega de Daredevil. Elektra es un personaje clave en la historia del héroe -cuyas mejores historias en el papel debemos a Frank Miller- y aparece bajo los exóticos rasgos de la francesa Elodie Yung. En la denostada película de Ben Affleck fue encarnada por una cándida Jennifer Garner, pero aquí encontramos a una versión más fiel a la original. Esta Elektra es apasionada, sexy y sanguinaria. Además, trae consigo toda la imaginería oriental de espadas y ninjas que se traduce en secuencias de acción divertidísimas. Por si fuera poco, se introduce un elemento místico que enriquece el realismo urbano de la serie hasta ahora y que prepara a Daredevil para retos mayores en el Universo Cinemático Marvel: como The Defenders, una serie de Netflix que le reunirá con Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist.
Para terminar, decir que los secundarios, esta vez, tienen una función mucho más clara en el argumento. Foggy Nelson (Elden Henson) y Karen Page (Deborah Ann Woll) viven sus propias -e interesantes- historias y ya no son un relleno. Si a eso añadimos la reaparición de los tres personajes más interesantes de la primera entrega, creo que estamos ante una serie imprescindible si te van los superhéroes. ¡Ah! ¿Recuerdas la pelea en plano secuencia en el pasillo de la primera temporada? Aquí hay otra que la supera con creces. Como decía Stan Lee, 'nuff said.
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