HOMEWARD BOUND (10 DE ABRIL DE 2016) -AVISO SPOILERS-
Las protagonistas de Girls son cuatro chicas que, en la vida real, serían insoportables. La mayoría de las series de televisión recientes tienen como protagonistas a seres humanos, no ya realistas, con defectos, sino directamente antipáticos, moralmente reprochables, incluso monstruosos. Desde Los Soprano, pasando por Mad Men y hasta House of Cards, los héroes de estas ficciones habrían sido los villanos en una serie de los años ochenta. Este episodio de Girls tiene una energía suicida en su empeño por mostrar a sus protagonistas como personajes inmaduros, egoístas y con serios problemas de comportamiento. La peor es sin duda Hannah (Lena Dunhan) que abandona a Fran (Jake Lacy) cuando comenzaban un viaje en caravana. En pijamas, Hannah simplemente huye de su novio de forma casi demente. Si bien la actitud de ella es más que reprochable -entendemos el enfado de Fran- a un nivel más profundo, compartimos su decisión. ¿Hay algo más aburrido que pasarse las 24 horas durante todo el verano con el buenazo de Fran en una caravana? Girls apela a un sentido del humor bastante negro, cargado de cinismo, en el que estas chicas se revelan contra las fantasías masculinas de sus parejas y amigos. Es Fran el que quería hacer ese viaje en caravana, no Hannah. Quizás por eso, ella toma la absurda decisión de recompensar a Ray (Alex Karpovsky) con una mamada por venir a recogerla en su nuevo camión-cafetería. ¿Algún hombre rechazaría una felación? Probablemente no. Obviamente, la cosa sale mal. Hannah cumple -en parte- una fantasía de Ray, sí, pero se carga otra, la de su nuevo negocio en ese food truck con su cara pintada en él que acaba en la cuneta.
La actitud de Jessa (Jemima Kirke) es similar a la de Hannah. Obviamente se comporta como una idiota al ayudar a Adam (Adam Driver) a cuidar al bebé de su hermana fugada -aquí el episodio apunta a los sentimientos más oscuros, pero reales, que puede tener una madre contra su propio hijo-. Pero con humor negro podemos entender a Jessa: es un marrón tener que cuidar a un bebé que ni siquiera es suyo. Todos los personajes masculinos del episodio reprochan estas actitudes a las chicas. Como el exnovio de Shoshanna (Zosia Mamet) cuando se la encuentra de vuelta de Japón en su restaurante favorito. Scott (Jason Ritter) tiene razones de sobra para enfadarse con ella, pero debería entender que la presencia de Shosh es un claro intento de comunicarse con él. De una forma retorcida e inmadura, pero un intento de comunicación al fin y al cabo. En general, en el episodio, los hombres aquí son presentados como figuras paternas que no hacen más que hacer reproches -a veces justificados- a las protagonistas. Otra cosa es Desi (Ebon Moss-Bachrach) que aquí se convierte en la figura vengativa del amante despechado, decidido a hacerle la vida imposible a Marnie (Allison Williams) mientras cumple sus fantasías masculinas: grabar un disco. ¿A quién no le gustaría ser besado por Lisa Bonet delante de una exnovia?. Hector Medina (Guillermo Díaz), el desconocido conductor que recoge a la temeraria Hannah en la carretera, representa el lado más oscuro de un hombre: el que puede llegar a hacerle daño a una mujer. Pero Héctor se revela también como una víctima maltratada por su pareja -es en ese aspecto es "femenino"- con el que Hannah se puede identificar. Héctor, sin embargo, aparece para hablarnos de un "personaje" importante en Girls: Nueva York. Esa ciudad a la que vuelve Shoshanna y que podría ser la oportunidad para cualquiera -para Héctor, para Hannah- de comenzar de cero.
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