Resolution (2012) fue para mí una grata sorpresa. Una película de atmósfera inquietante en la que los protagonistas -uno de ellos intenta superar su adicción a las drogas- van encontrando materiales de todo tipo -found footage- como fotos, libros, cintas de vídeo y películas caseras con las que construyen su propia historia paranoica de horror. La estupenda ópera prima de Benson y Moorhead acababa con un final misterioso y metalingüístico.
Spring, segundo largometraje de ambos directores, se presenta como una historia más sencilla, pero al mismo tiempo con una mayor ambición de llegar a un público más amplio. Para ello se sirven de una historia romántica, la de un joven estadounidense que busca en Italia escapar de una realidad amarga, y encuentra el amor. Ha sido comparada esta película con Antes del amanecer (Richard Linklater, 1995). Yo no diría tanto. El inicio del film recuerda más bien a Hostel (Eli Roth, 2005) por el deambular mochilero del protagonista, Evan (Lou Taylor Pucci), y la crítica al descerebrado estadounidense turista. Aquí también, el cebo de lo desconocido -y lo peligroso- es una atractiva joven, Louise (Nadia Hilker) con la que Evan inicia una esquiva relación. Nada engancha más que una mujer misteriosa. Incluso hay un momento Te querré siempre (Roberto Rossellini, 1954) cuando los amantes observan los cuerpos preservados eternamente de las víctimas de una erupción volcánica en la Antigüedad. La película se detiene, además, en la entrañable relación que Evan establece con un granjero local. Todo esto se desarrolla con algo de gracia, aunque para mí el protagonista no tiene el carisma suficiente para sostener una historia de amor como esta.
-AVISO SPOILERS-
La gran pega, para mí, de Spring es que todos los elementos antes mencionados se mezclan con una historia de ciencia ficción que tarda demasiado en desarrollarse. Louise esconde un misterio, pero su historia me ha resultado demasiado compleja. De hecho, el propio Evan no sabe si está ante una "vampira, mujer lobo, zombie, bruja o alien". La explicación de su secreto se me antoja todavía más rebuscada que la mezcla de todo eso.
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