ELLOS (15 DE FEBRERO) -AVISO SPOILERS-
No se puede negar que The Walking Dead es una de las series con más éxito actualmente y por eso mismo no dejan de sorprenderme los riesgos que asumen sus creadores. El episodio Ellos se desarrolla con una parsimonia y sin apenas acción hasta el clímax final en un establo que sirve de refugio para los protagonistas. Tiene mérito cómo se van sucediendo las primeras imágenes de un capítulo en el que no ocurre casi nada. La rutinaria calma con la que Maggie (Lauren Cohan) mata a un zombie que se acerca por detrás. La lombriz que come Daryl (Norman Reedus) para demostrarnos su hambre. Sasha (Sonequa Martin-Green) busca desesperadamente agua en un riachuelo seco. Son momentos que quieren establecer un clima psicológico para los personajes. Tras esos primeros compases, los protagonistas emprenden una caminata -infernal- con una legión de muertos vivientes pisándoles los talones. No se molestan siquiera en matar a los zombis, para ahorrar fuerzas. Los personajes, mientras andan, mantienen conversaciones sobre el dolor y la pérdida ¿Hay alguna otra serie que se empeñe tanto en transmitir semejante bajón? Yo creo que no. Este clima sin esperanza sirve para que Rick (Andrew Lincoln) interprete -por fin- el discurso más importantes del cómic y que de hecho da nombre y define a la serie...
Tras las amargas palabras de Rick, aparecen los zombies para recordarnos que pueden seguir siendo una amenaza. No solo eso, tras las discusiones y los enfrentamientos al principio del episodio, los protagonistas descubren que la única forma de sobrevivir es trabajar en equipo para repeler a los muertos que intentan entrar en el granero. Unirse como grupo ante un mundo hostil. Justo a tiempo para la llegada de un nuevo personaje: Aaron (Ross Marquand).
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