GOODNIGHT MOMMY (SEVERIN FIALA & VERONIKA FRANZ, 2014) #MUESTRASYFY


La clave de toda película del llamado terror psicológico es si la acción ocurre dentro o fuera de la cabeza del protagonista. Goodnight Mommy no es la excepción, pero, eso sí, tenemos que deducir primero quién es el protagonista.


El miedo que sienten los gemelos idénticos Elias (Elias Schawrz) y Lukas (Lukas Schawrz) tiene mucho que ver con el terror infantil que siente el protagonista infantil de Babadook (Jennifer Kent, 2014). Para un niño no debe haber nada más terrorífico que sospechar que su madre -la que debe protegerle- ha sido cambiada por otra persona. Eso es lo que creen estos hermanos cuando su progenitora reaparece tras una operación de cirugía estética. Hay en esta película un giro -que no una trampa- que lo cambia todo y que, anunciado desde el principio, se adivina quizás minutos antes de lo que querrían sus directores. Estos austríacos eligen para Goodnight Mommy el estilo seco y reposado de su ilustre compatriota Michael Haneke -viene a la mente Funny Games (1997)- dejando que las imágenes y las acciones de los personajes nos cuentan la historia antes que los diálogos. Tiene esta película la vocación de ser cruel y pertubadora -lo consigue en varios momentos- pero quizás le falte un poco más de mala leche para alojarse en la mente del espectador más curtido en el cine de terror.

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