CAPTIVE (8 DE MAYO DE 2016) -AVISO SPOILERS-
Hay dos ideas interesantes en este episodio de Fear The Walking Dead. La primera aparece en una breve conversación entre la joven protagonista, Alicia Clark (Alycia Debnam-Carey), y su captor/interés romántico, Jack (Daniel Zovatto). Ambos caen en la cuenta de que vivir tras un Apocalipsis Zombie no ha hecho más que desvelar la realidad de la existencia: que la muerte siempre está presente. Obviamente, enfrentarse cada día a muertos vivientes y grupos armados hostiles es mucho más peligroso que vivir ahora, pero los jóvenes llegan a la conclusión de que pequeños gestos cotidianos como una dieta sana o ponerse el cinturón de seguridad solo daban una falsa sensación de seguridad. La muerte siempre había estado allí. La otra idea tiene que ver con la familia como el vínculo más fuerte de unión. Los zombies han hecho caducar los conceptos de nación, fe o ideología, por lo que los individuos se ven obligados a organizarse primero según su parentesco. Así, el "villano" Connor (Mark Kelly) es el líder de un grupo de piratas capaz de sacrificarlo todo para salvar a su hermano Reed (Jesse McCartney). Este último intenta intimidar a Chris Manawa (Lorenzo James Henrie) precisamente con el tema de los lazos de sangre. Le dice que, al no ser hermano biológico de Alicia, ni hijo de Madison Clark (Kim Dickens), corre el peligro de ser abandonado a su suerte. Como he dicho, por alguna razón que no comprendo del todo, este es uno de los temas centrales de la serie. Pero ni siquiera parece estar bien digerido para generar situaciones dramáticas. Por lo demás, este quinto episodio confirma que la segunda temporada está siendo más bien floja. El argumento dedica mucho tiempo a mostrarnos el viaje de los protagonistas para rescatar a los capturados, no genera ninguna tensión y solo destacaría el descabellado -para bien- momento del intercambio de rehenes, en el que hacen pasar por vivo a un Reed zombificado.
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