BEFORE THE LAW (19 DE OCTUBRE DE 2015) -AVISO SPOILERS-
Un perro come orejas humanas en un cubo y un sheriff inspecciona un zapato de origen desconocido. Las dos imágenes resumen el tono de Fargo, siempre en un delicado equilibrio entre el humor -negro- y lo macabro. Algo ha cambiado en la serie con respecto a su primera temporada. Los protagonistas parecen algo menos filosóficos. En este episodio hay varios intentos frustrados por parte de los personajes de contar una parábola, una fábula con protagonista animal. Algo que era habitual en la temporada anterior. Las interpretaciones son también menos caricaturescas, aunque ahí están los hermanos Kitchen, prácticamente idénticos, casi unos Hernández y Fernández. Y también está Peggy (Kirsten Dunst) y sus inexplicables robos de papel higiénico.
Una peluquera -compañera de Peggy- comenta con horror los asesinatos del Waffle Hut y los relaciona con el caso Watergate. "¿En qué se está convirtiendo el mundo?", se pregunta. Hay un tono crepuscular en la segunda temporada de Fargo: la familia mafiosa Gerhardt que se enfrenta a su final tras la enfermedad del patriarca; el presagio de una guerra entre bandas por el vacío de poder; la madre de la familia Solverson enferma de cáncer (sabemos que morirá); el atropello accidental que acaba con la vida "normal" de Ed Blomquist (Jesse Plemons) que pasa de soñar con un futuro mejor a tener un cadáver en su nevera. Fargo se enmarca en una sociedad post-Vietnam, como expresa el sheriff Hank Larsson (Ted Danson) cuando dice que los jóvenes excombatientes han vuelto a casa, pero "se han traído la guerra con ellos".
Skip Sprang (Mike Bradecich) espera algo bueno del futuro, aunque bien podría esperar a Godot. Se trata de unas nuevas máquinas de escribir que pretende vender para liquidar sus deudas, hacerse rico, salvar la vida. Pero las máquinas nunca llegan. Mientras tanto, su tienda está por inaugurar, en obras, llena de cajas. En una de las mejores escenas del episodio, el matón Mike Milligan (Bokeen Woodbine) interroga a Skip para descubrir el paradero del -fallecido- Rye Gerhardt (Kieran Culkin). Mike mete la corbata del vendedor en una de sus máquinas estrangulándole un poco: la vida de Skip depende de ellas.
En la mejor escena del episodio, también es protagonista Mike Milligan. Un encuentro fortuito -o quizás no tanto- con el policía Lou Solverson (Patrick Wilson) en el Waffle Hut, lleva al sheriff Larsson a parar el coche de Milligan y de los hermanos Kitchen. En su primer trabajo como director, Noah Hawley consigue en esta escena una tensión tremenda. Nos hace pensar que puede haber un desenlace fatal en cualquier momento. Esa tensión se prolonga luego cuando Lou visita la carnicería en la que Ed Blomquist despedaza el cadáver de Rye Gerhardt. No hay que perder de vista la carrera de Hawley.
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