THE LAST LAUGH (5 DE OCTUBRE DE 2015) -AVISO SPOILERS-
Vaaaale. Nos han engañado a todos. Jerome Valeska (Cameron Monaghan), por actitud, aspecto físico y risa maníaca parecía destinado a convertirse en el famoso archienemigo de Batman que han interpretado antes César Romero, Jack Nicholson y el malogrado Heath Ledger. Pero la muerte de Jerome -que formaba parte de una familia de payasos de circo- en el tercer capítulo de la segunda temporada de Gotham -adecuadamente titulado, El que ríe el último- niega la posibilidad de que se acabe convirtiendo en el Joker. Eso sí, los guionistas nos cuentan que su legado, esa risa patentada y su filosofía del "caos por el caos" harán mella en las futuras generaciones de criminales gothamitas. La escena en la que diferentes pirados de la ciudad imitan la risa de Jerome al verla en el telediario es extraña, algo macabra y muy divertida. Vamos, que el verdadero payaso del crimen se inspirará en Jerome. Un guiño, quizás, a cómo el personaje fue creado en 1940 en los cómics siguiendo los rasgos del actor Conrad Veidt en la película El hombre que ríe (Paul Leni, 1928).
Gotham seguramente nunca será una gran serie, pero está claro que resulta divertida cuando nos cuentan muchas cosas y nos hacen pensar pocas. La pega es que esto obliga a subtramas que no llevan a nada, como que Alfred Pennyworth (Sean Pertwee) le tire los tejos a Leslie Thompkins (Morena Baccarin). Además, la necesidad de giros constantes parece obligar a que los guionistas prefieran sorprender matando a un personaje -el mencionado Jerome Vasleka- antes que desarrollarlo. Gotham se niega a profundizar en sus protagonistas, como demuestra la aparente resolución de la trama personal de James Gordon (Ben McKenzie). El policía había hecho un pacto con el diablo -con el mafioso Oswald Cobblepot (Robin Lord Taylor)- y había matado a un criminal para cobrar una deuda de éste. Esa acción moral, en lugar de resolverse modificando al personaje de Gordon, se soluciona con una acción exterior: el detective Bullock (Donal Logue) toma cartas en el asunto y se enfrenta al Pingüino para proteger a su compañero. Es una opción artística que asume que Gotham nunca será Breaking Bad. Yo me conformaría con algo parecido a la serie de Batman de Adam West. La utilización de una gala benéfica para que los villanos siembren el caos entre los ricos apunta en ese sentido. Pero el momento romántico entre el joven Bruce Wayne (David Mazouz) y Selina Kyle (Camren Bicondova) hace pensar inevitablemente en Michael Keaton y Michelle Pfeiffer en Batman vuelve (Tim Burton, 1992).
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