"¿A quién te pillarías?" le dijo una chica joven a su acompañante a la salida del cine, justo delante de mí, tras ver It Follows. No voy a explicar el significado de la frase, ya que recomiendo ver esta película sabiendo lo menos posible de su argumento. Por eso, en las líneas que siguen a continuación, he intentado no revelar ningún detalle de la historia. Tengo la sensación de que todo el mundo habla de It Follows y eso es lo que más me gusta de ella: su capacidad de calar en el imaginario del público general. Hacía mucho tiempo que eso no ocurría con una película de terror.
Probablemente, ninguno de esos dos jóvenes espectadores sabe quién es Kane Hodder. Se trata de un actor de gigantescas dimensiones que ha interpretado en cuatro ocasiones a Jason Voorhees, el asesino de la máscara de hockey de la saga de Viernes 13 (1980-2009). Lo importante del dato es que Hodder asegura haber hecho una aportación clave para interpretar al personaje: nunca debemos verle corriendo. Jason es aterrador porque se mueve lentamente detrás de sus víctimas. Esta es una de las ideas más terroríficas de It Follows.
Pero no puedo evitar pensar que It Follows nace de la imagen que veis arriba. Se trata de Michael Myers, el asesino de la seminal La noche de Halloween (John Carpenter, 1978). Permanece de pie, mirando a sus posibles víctimas. A la luz del día. A la vista de todos. Pero nadie repara en él. Ni siquiera llama la atención su máscara blanca, ya que esa noche se celebra la Noche de Brujas. Esa máscara, dicen, fue una idea de Carpenter para que su asesino fuera una manifestación pura del mal. Una fuerza asesina imposible de detener. Eso también es It Follows, que lleva ese concepto de la maldad sin rostro un paso más allá, haciendo justo lo contrario.
En Halloween, la protagonista, Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), es la única superviviente de la matanza y la única que no ha mantenido relaciones sexuales durante la película. Es por eso que tenemos la idea de que el slasher "castiga" a los jóvenes que practican el sexo. Pero el giallo italiano ya solía relacionar la pulsión del amor y la de la muerte. Eros y Tánatos. Esta idea también se utiliza en It Follows y es la idea principal de otro de sus elementos más atractivos: la película establece unas reglas por las que deben regirse tanto las víctimas, como aquello que les persigue.
No puedo evitar ver los ecos de Halloween en esta película. El barrio en el que viven los protagonistas de It Follows es muy similar al de aquella. En ambas historias, los adultos brillan por su ausencia. En los televisores, los adolescentes miran viejas películas de terror en blanco y negro. Hay que añadir, además, una banda sonora que yo escucho carpenteriana.
It Follows tiene el look de una película independiente, de una película de autor. Pero también una planificación milimétrica que nos tiene constantemente buscando figuras al fondo del plano para predecir de dónde viene el peligro. Su propuesta es abstracta, desnuda los códigos del slasher hasta dejarlos tan puros como su título: algo te persigue. Debajo de ese mecanismo, hay una reflexión sobre lo inevitable de la muerte. Los adolescentes protagonistas cobran consciencia de su mortalidad -del absurdo de una existencia finita- y eso les cambiará para siempre. Ya no podrán vivir de la misma manera, sus vidas perderán la ligereza -la piscina en la que la protagonista flotaba ahora está vacía- y practicarán el sexo sintiéndose culpables. It Follows es una potente metáfora de la pérdida de la inocencia. Pero cuidado, esta película no se cierra en sí misma. No se vuelve hermética escudándose en una coartada artística. Todo lo contrario. En el desenlace, uno de mis momentos favoritos, los protagonistas elaboran un plan que recuerda a las trampas ideadas por Nancy Thompson (Heather Langenkamp) para aniquilar a Freddy Krueger (Robert Englund) en Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984). It Follows pudo ser una película pretenciosa e insoportable. Pero da miedo. Y además, consigue que la chavalería al salir del cine se pregunte "¿A quién te pillarías?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario