Suburban Gothic parece una buena idea sobre el papel, explorar con mucho humor a los excéntricos vecinos de un suburbio en el que ocurren extraños fenómenos paranormales. Sería un proyecto perfecto para Tim Burton. Lamentablemente, la segunda película de Richard Bates falla por culpa de un guión mal construido que no se decide a desarrollar la historia paranormal que -en teoría- es la principal. De hecho, cuando la narrativa se desvía de la excusa argumental y deja que sus personajes interactúen, la película gana muchos enteros. Ray Wise -el padre de Laura Palmer en Twin Peaks (1990)- está absolutamente genial en el papel de Donald, el padre xenófobo, homófobo y cabrón de Raymond (Matthew Gray Gubler).
Queremos ver más de Donald y también más de Becca, interpretada por una Kat Dennings desaprovechada: conocemos de sobra que tiene talento para la comedia. Hay además un par de divertidos cameos, de Jeffrey Combs -Reanimator (Stuart Gordon, 1985)- y del gran John Waters. Me atrevo a decir que Suburban Gothic habría sido mucho mejor si se hubiera decidido por explotar a fondo la comicidad de las relaciones de la familia protagonista, de la cuadrilla de mexicanos atrapados en una obra que nunca acabaran, del primo gay de Raymond y de ese personaje referencial que le hizo "un dedo" a una chica en un autobús. Supuestamente. Habría sido el material perfecto para una sitcom que, al menos yo, vería.
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