JUEGO DE TRONOS -TEMPORADA 5- THE DANCE OF DRAGONS


THE DANCE OF DRAGONS (7 DE JUNIO DE 2015) -AVISO SPOILERS-

Cómo es Juego de Tronos ¿eh? Menudo final el de este capítulo, que consiguió hacerme pensar que un personaje muy importante podía llegar a morir. Hay que admitir que la estrategia de matar indiscriminadamente ha acabado dando resultados. Nos mantiene en tensión porque realmente puede pasar cualquier cosa en esta serie. El lado malo, ya lo sabéis, es que se trunca el desarrollo de personajes que, quizás, eran más interesantes estando vivos. Este capítulo juega constantemente a hacernos dudar de lo que va a ocurrir y contiene al menos cuatro momentos en los que he pensado que un personaje -o animal- podía desaparecer de la serie. Veamos.


Jon Nieve (Kit Harington) regresa al Castillo Negro con el pueblo libre, buscando refugio. Una larguísima pausa frente al muro nos hace pensar que el grimoso de Alliser Thorne (Owen Teale) es capaz de dejarles a la intemperie. Pero al final, da la orden de abrir las puertas. La escena solo sirve de epílogo al épico capítulo anterior, y plantea los inconvenientes que tendrá que enfrentar el Lord Comandante en el futuro. Básicamente toda la Guardia de la Noche le odia.


En Dorne, la historia del rescate de Myrcella (Nell Tiger Free) tiene un desenlace decepcionante. Su padre/tío, Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau), es perdonado con mucha facilidad por el rey Doran Martell (Alexander Siddig). Me queda la sensación de que Jaime habría recuperado a su hija/sobrina con solo pedirlo. Luego los guionistas nos hacen temer por la vida de Bronn (Jerome Flynn) y de Ellaria Sand (Indira Varma), pero ninguno muere. Tiempo perdido.


Mientras tanto, Arya Stark (Maisie Williams), continúa su aprendizaje de Jaqen (Tom Wlaschiha), pero abandona su misión cuando se le presenta la oportunidad de vengarse y tachar un nombre de su lista: el de Ser Meryn Trant (Ian Beattie). Según se desarrolla la trama, todo parece indicar que Arya va a fingir ser una prostituta para acercarse a su objetivo y matarle, ya que Ser Meryn las busca "jovencitas". Así que ya tenemos nueva polémica en la serie. Bah.


La secuencia final -al igual que la batalla con los Caminantes Blancos del episodio anterior- es lo más espectacular del episodio. Una lucha entre gladiadores al estilo del coliseo romano, en la que creemos que Mormont va a morir en la arena. No es así. Aparecen luego los Hijos de la Arpía para asesinar a Daenerys (Emilia Clark). Pero el que pierde la vida es su nuevo marido, el esclavista Hizdahr zo Loraq (Joel Fry). Nos da igual. Por último, en un espectacular clímax, aparece un dragón para salvar a su reina ¡Y parece que va a morir! No ocurre, pero ya les vale. Mira que matar a un dragón. 


Dejo para el final la trama más lograda dramáticamente, la más emotiva. En ella, Stannis Baratheon (Stephen Dillane), ante nuevos contratiempos en su marcha hacia la batalla, toma una decisión terrible: matar a su hija. Lo mejor de esta historia es cómo Davos Seaworth (Liam Cunningham) intuye lo que va a ocurrir y tiene una tierna escena con la pequeña Shireen (Kerry Ingram) que funciona como despedida y que nos compromete emocionalmente con la niña. Lo suficiente para que su horrible muerte, nos duela de verdad. La escena en la que Shireen es quemada viva, ante la mirada de sus padres, es realmente fuerte. Será interesante lo que ocurra a partir de ahora con Stannis, ya que no tendrá de su lado a ningún espectador.

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